Te dedico...



Te echo de menos. Te necesito en mi vida. Necesito tu aprobación, tu confirmación, aplauso y llanto. Nunca te vi llorar y me hizo falta haberlo visto. No he visto tu rostro, no hay problema, pues me quedan tus recuerdos.

Yo te veo, por muchas partes a todo lado. Estás en mí, yo lo sé. Puedo sentirlo. No es igual. Tú me mueves, me animas a vivir, a soñar, a luchar por mis creencias. Soy sólo tú.

Me enojé, me asusté, me aterroricé, me estremecí, casi me enloquecí. Pero volví. A mi suelo, a mi tierra.

“El suelo que te lleva
Aunque de tierra,
Toca el mío,
Que también es tierra.”

Te dedico a ti mi vida. Mis amores, mis temores y la sensibilidad más humana que uno pueda sentir. Pues “el amor, mi amor, es duro, trabajoso, doloroso, pero es el mejor compañero del hombre”.


Saudades…